Cuento Zen
Un estudiante de Zen fue a Bankei y se quejó:
“Maestro tengo un mal genio incontrolable. ¿Cómo puedo curarme?”.
“Tienes algo muy extraño”, replicó Bankei. “Déjame
ver lo que tienes”.
“Ahora mismo no puedo mostrárselo”, replicó el
otro.
“Y ¿Cuándo puedes mostrármelo?”, pregunto Bankei.
“Me viene de pronto”, contestó el estudiante.
“Entonces”,
concluyó Bankei, “no debe ser tu propia naturaleza. Si lo fuera, podrías
mostrármelo en cualquier momento. Cuando naciste no lo tenías, y tus padres no
te lo dieron. Piensa en eso”.