Coaching Ontológico Personal

Del latín conversari que significa vivir, dar vueltas, en compañía; conversāre que significa juntar versiones o Conversus que significa convertirse.
A través de la conversación damos forma a nuestro vivir, damos vuelta a la experiencia a través del uso de nuestro lenguaje, solos o en compañía vamos juntando nuestras versiones y nos convertimos en lo que decimos y convertimos nuestras palabras en nuestras realidades. Conversar para crecer.

sábado, 20 de octubre de 2012

Liberar el pasado




Hoy cierras un volumen más en la historia de tu vida.  Cuando comenzaste este libro todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos: podías hacer de Él lo que quisieras, un poema, una pesadilla, un sistema, una oración. Podías,… hoy no puedes: no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios.Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

Piensa unos momentos en esta última noche del año. Toma tu viejo libro y hojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de verte a ti mismo. Lee todo.


Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo.
No te olvides de que uno de tus mejores maestros eres Tu mismo.
Lee también aquellas páginas que nunca quisiste haber escrito. No...no intentes arrancarlas; pero sí puedes anularlas cuando escribas tu otro siguiente libro. Lee tu libro en la última noche del año. Hay en él trozos enteros de ti mismo, es un drama en el que el primer personaje eres Tú.
 
Tú en escena con Dios, con tu familia, con tu trabajo, con tus amigos, con la sociedad. Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libre albedrío sobre la superficie inmensa y movediza del mundo. Es un libro misterioso que, en su mayor parte “LA MÁS INTERESANTE” no puede leerlo nadie más que Tú.

Si tienes ganas de besarlo,… bésalo. Si tienes ganas de llorar, …. llora, llora fuerte sobre tu libro viejo en esta última noche del año. Pero sobre todo ora sobre tu libro viejo. Tómalo en tus manos, levántalo hacia el cielo, y dile a Dios dos palabras:“GRACIAS” y “PERDON”.

 
Esta noche te ha de dar otro libro completamente blanco y nuevo. Es todo tuyo. Vas a poder escribir en él lo que quieras. Pon el nombre de Dios en la primera página, dile que no te deje escribirlo solo. Dile que te tenga siempre de la mano..... y del corazón.
Ejercicio para soltar el pasado:
Por cada recuerdo  ( sobre todo los más dolorosos) y por una hora mastica un chicle hasta que pierda el sabor ( no creo que ninguna goma de mascar a pesar de su excelente calidad aguante este tiempo).
 
Esos son los “recuerdos del pasado”, un pedazo de historia ya sin su esencia, sin disfrute, que sólo rumiamos tratando de sacarle algo de lo que ya no tiene: vida, presencia, gozo y disfrute.

Sácalo, tíralo y elimínalo ya no sabe ni te es útil… toma un dulce y disfrútalo, trata de reconocer su base, esencia y aromas impregnados. Así nutre tu vida de cosas dulces y nuevas.  Tienes 365 días para llenarte de cosas dulces y buenas para ti.
 

Alcanza tu sueño


Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo
que todo te llegue de inmediato.

 Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo,
vendrá a tus manos en el momento oportuno.

 Aprende a esperar el momento exacto
para recibir los beneficios que reclamas.

 Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.

 No seas esclavo del pasado
y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

 No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

 ¡Lo que pasó, pasó!

 De ahora en adelante procura construir
una vida nueva, dirigida hacia lo alto
y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

 Haz como el sol que nace cada día,
sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta
y no veas que tan difícil es alcanzarla.

 No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.

 No te culpes por lo que hiciste,
más bien decídete a cambiar.

 No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida
y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque
y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.

 No sufras por lo que viene, recuerda que
“cada día tiene su propio afán”.

 Busca a alguien con quien compartir tus luchas
hacia la libertad; una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.

 Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala,
sin pedirle nada a cambio.

 Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.

 Desparrama en todas partes
la alegría que hay dentro de ti.

 Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar
la tristeza de todos los que te rodean.

 La alegría es un rayo de luz que
debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos
y sirviendo de guía  a todos los que
se acercan a nosotros.

 Si en tu interior hay luz y dejas abiertas
las ventanas de tu alma, por medio de la alegría,
todos los que pasan por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz.

 Trabajo es sinónimo de nobleza.
No desprecies el trabajo
que te toca realizar en la vida.

 El trabajo ennoblece a aquellos
que lo realizan con entusiasmo y amor.

 No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

 Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño
y así te valorarás a ti mismo.

 Dios nos ha creado para realizar un sueño.

 Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.

 Pongamos la vida en ello y
si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer
un alto en el camino y experimentar
un cambio radical en nuestras vidas.

 Así, con otro aspecto, con otras posibilidades
y con la gracia de Dios, lo haremos.

 No te des por vencido, piensa que si Dios
te ha dado la vida, es porque sabe que tú
puedes con ella.

 El éxito en la vida no se mide
por lo que has logrado,
sino por los obstáculos que has tenido
que enfrentar en el camino.

 Tú y sólo tú escoges la manera
en que vas a afectar el corazón de otros
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.

 “Que este día sea el mejor de tu vida"
Siempre es hoy, el eterno presente.

- Mahatma Gandhi

Lo mejor...




El mejor regalo:
 el amor

El día más bello:
 hoy

 La cosa más fácil:
equivocarse

El obstáculo más grande:
el miedo

 El mayor error:
abandonarse


 La raíz de todos los males:
el egoísmo


La distracción más bella:
el trabajo


La peor derrota:
el desaliento


Los mejores profesores:
los niños

 La persona más peligrosa:
la mentirosa

 El sentimiento más ruin:
el rencor

 El regalo más bello:
el perdón

 Lo imprescindible:
el hogar

La ruta más rápida:
el camino más correcto

La sensación más grata:
la paz interior

El resguardo más eficaz:
la sonrisa

El mejor remedio:
el optimismo

 La mayor satisfacción:
el deber cumplido

 La fuerza más potente del mundo:
la Fé

Las personas más necesarias:
los padres

Teresa de Calcuta

Atreverse


 



Un rey recibió de obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro domador para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor le comunicó que uno estaba perfectamente adiestrado, mientras que no sabía que le había sucedido al otro, no se había movido de su rama, por lo que debía alcanzarle el alimento.

El monarca encargó a los miembros de la corte que convocaran a curanderos y sanadores de toda clase. Pero nada sucedió, porque nadie podía lograr que el halcón volara.

Así fue que publicó un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente, vio al ave volar, ágilmente, entre los jardines del palacio.

-¡Tráiganme al autor de este milagro!-ordenó

Buscaron por toda la comarca. Y cuando le presentaron a un campesino, el rey se asombró:

-¿Tú lo hiciste volar? ¿Cómo lo lograste? ¿Acaso eres mago?-le preguntó.

Entre feliz e intimidado, el hombre explicó:

-No fue difícil, Su Alteza, sólo corté la rama. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y se atrevió a volar.
 
Daniel Colombo

 

Palabras de un reloj




Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.

Tengo que hacer miles de tictacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. 

No quiero hacerlos todos a la vez.

Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy, aquí y ahora.

Sé que si hago bien lo de hoy, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.

Tú que eres persona, si quieres vivir tan tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día.

Vive ahora.

Haz el trabajo de cada día en su día.

Te convencerás de que si te tomas tiempo, siempre hay tiempo para todo.

Hay un modo difícil y una manera fácil de hacer el trabajo que tienes que hacer.

Si quieres encontrar el modo fácil, mírame a mí.

Nunca me preocupo, ni me apresuro, pero nunca me retraso.

Lo que tengo que hacer lo hago.

Es éste el secreto.
Karol Wojtyla

 

Perspectiva


 

Cuando alguien ve a un águila volar directamente hacia un temible frente de tormenta, puede pensar que la decisión del ave es errada, porque no huye del peligro. Sin embargo, la realidad que el águila aprecia desde la altura es muy distinta, porque sabe que lo mejor que puede hacer es no dejarse doblegar por las nubes amenazadoras.

Al contrario de lo que creen los hombres, el águila sabe que si se enfrenta, la corriente ascendente generada por el mismo viento la empujará hacia arriba y, tras soportar un centenar de metros el torbellino y la obscuridad, por fin saldrá al cielo despejado, verá el sol y habrá dejado la tormenta a sus pies.

Del mismo modo, cuando nos veamos atemorizados por un problema, en vez de huir temporalmente –en cuyo caso volveremos a ser amenazados por la tormenta-, podemos hacerle frente, desplegando nuestras alas, tomando conciencia de nuestra grandeza, de nuestro potencial y de todas nuestras capacidades reales.
 
Daniel Colombo

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